Los ayuntamientos aragoneses acumulan en los bancos 700 millones que no pueden gastar.
Al hilo del artículo publicado el pasado domingo, día 22 de diciembre, en Heraldo de Aragón, nuestro Socio Gerente, Luis Ortín, hace algunos apuntes sobre la estabilidad presupuestaria y las Entidades Locales.
Sobre el mismo, caben unas breves reflexiones acerca de su situación económica: en la mayoría de los casos, su adecuada y austera gestión ha contribuido a controlar el déficit público en la parte que responsablemente les toca. Sin embargo, las actuales limitaciones legales hacen que ese esfuerzo no se vea adecuadamente recompensado: ¿hasta cuándo ese ahorro generado debe aguardar a revertir en cubrir necesidades reales que deban atender esos Ayuntamientos, sin más limitación que la prudencia y una diligente administración de sus recursos?.
En definitiva, se viene acumulando un capital que, a la postre, vendrá a ser infructuoso en tanto no se modere de forma distinta el destino que pueden tener esas reservas.